Para cerrar el año…



Terminar un año es concluir un ciclo en nuestra vida. Para cerrarlo como se debe es importante prepararnos. La tanatología es la ciencia de cerrar ciclos, de saber cómo decir adiós. En ella se explica que cada vez que algo termina se experimenta una pérdida y entramos en una etapa de duelo. Algunos duelos duran más que otros debido al grado de importancia que aquella cosa o persona tuvo en nuestra vida.

Así pues, cuando termina un año se termina un ciclo importante en nuestra vida. Sin importar que tan bueno o malo fue, es un año único e irrepetible lleno de aprendizaje si así lo decidimos. No obstante, muchas veces no nos damos cuenta de todas las experiencias que vivimos y por lo tanto no las agradecemos como deberíamos, sencillamente porque se nos olvidan.

Para que este año no te ocurra lo mismo y puedas despedir al año viejo como se merece, te propongo hacer una reflexión  y balance para cerrar tu ciclo con todo tu corazón y empezar a ver el futuro tan prometedor que el año que viene trae para vos.

Con mis amigos nos juntamos y hablamos en sí sobre el año que pasó, salen muchas cosas tanto malas como buenas, se nota el dolor y también el sufrimiento que hubo durante el año así también como la dicha y la satisfacción de los logros. Decidí tomar la iniciativa y proponer lo siguiente: Cada uno escribía en un papel las cosas malas que les habían sucedido, aquello que les pincha y que les había molestado. Luego procedimos a reflexionar sobre ello, para luego quemar lo que acabábamos de escribir. Fue un modo de liberación, de borrar las cosas negativas del pasado, como parte de una purificación llamémosle si se quiere, eliminar todos nuestros errores, dolencias y tristeza, tipo como “basurero karmico”y así comenzar un año nuevo de la mejor manera.

Después tomamos cada uno una hoja, pensamos y escribimos las metas que nos propusimos para el siguiente año de un lado y del otro lado un lista de deseos para cada uno de los amigos del grupo. Luego metimos todas las hojas en un sobre y lo firmamos, con la promesa de juntarnos el próximo fin de año, abrir el sobre y reflexionar sobre lo sucedido nuevamente, esta vez teniendo en cuenta esta referencia, observando las expectativas y lo pasado nuevamente pero esta vez con más consciencia de lo sucedido.

También hay un ritual que podes hacer en casa a solas para que exista una mayor introspección. Toma una hoja de oficina cualquiera recórtala en 10 tiras del mismo tamaño; posteriormente en cada tira escriba una de las siguientes preguntas:

¿Cuál fue …
La mejor experiencia de este año? 
 La peor experiencia?
El momento más feliz del año?
El más triste?
Tu mayor lección?
Tu más grande aprendizaje?
Tu mayor éxito?
Los principales cambios?
Las personas que llegaron?
Las que se fueron?
 
Una vez que hayas terminado de contestar francamente esas preguntas, decídete a pensar seriamente en el próximo año. Si quieres experimentar un fin de año más feliz, deja ir lo malo de este año que no te sirve de nada y toma lo bueno.

Ahora que estás concentrado en el futuro, imagina dónde estarás el próximo año ¿Tienes un propósito de vida? Decídete a trabajar por él todos los días del 2013; actúa para hacerlo realidad; y lo más importante: Decreta. Cuando uno cree firmemente que así será, no dejas cabida a que las cosas sean diferentes a como te las imaginas.

Acuérdate de lo bueno


 Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.
Recuerda los regalos que te han hecho, los abrazos y besos que te han dado, los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han brotado.
Si esto has tenido, lo puedes volver a tener y lo que has logrado, lo puedes volver a ganar.
Alégrate por lo bueno que tienes y por lo bueno de los demás,
acéptalos tal cual son.
Desecha los recuerdos tristes y dolorosos,
y sobre todo no tengas ningún rencor, no te lastimes más.
Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.
Recorre tu vida, detente en donde haya bellos recuerdos y emociones sanas y vívelas otra vez.
Visualiza aquel atardecer que te emocionó.
Revive esa caricia espontánea que se te dió.
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive bien.
Allí en tu mente están guardadas todas las imágenes;
¡Y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar!
No hay carga que se nos dé y no tengamos la capacidad de llevar.
Busca siempre vivir el presente aprendiendo del pasado,
no cargues con situaciones y problemas que ya han pasado.
Piensa en esto:
¿Cuál era tu mayor problema hace 10 años?
Probablemente ahora sea nada.
Ahora, si dentro de 10 años tus problemas actuales no han de ser nada...
¿Por qué vivir tristes por ellos?
Madre Teresa de Calcuta
  

La piedra y el hombre


El distraído tropezó con ella,
El violento la utilizó como proyectil,
El campesino cansado, la utilizó de asiento,
El emprendedor construyó con ella,
Pablo Neruda la poetizó,
David la utilizó para derrotar a Goliat,
Y Michelangelo Buonarroti(Miguel Ángel) sacó de ella la más bella de las esculturas.

En todos los casos la diferencia no estuvo en la piedra, sino en el hombre. 
El año que viene es el mismo para todos, depende de nosotros lo que hagamos con él…

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